CLASE 37: LA DEMOCRATIZACIÓN DE EUROPA ORIENTAL PARTE 1: CHECOSLOVAQUIA Y RUMANIA

Te doy la bienvenida anexo tercer bloque de trabajo, y aunque en esta ocasión solamente tenemos una semana de trabajo antes del periodo vacacional, si me gustaría que tratáramos algunos pequeños epílogo de los últimos temas relacionados a la guerra fría.

Tras la caída del muro de Berlín, casi todos los países de orden socialista empezaron a cambiar a capitalista, y sus gobiernos comenzaron a ser renuncias masivas para que la transición no fuera dolorosa. En otros casos la situación fue contraria, es decir, el poder tuvo que ser cambiado por las armas e incluso en algunos lugares tuvieron que ser ajusticiados los jefes de gobierno para poder hacer la transición. En realidad el clima europeo sería de inestabilidad por los siguientes años (y toma en cuenta que estamos hablando de sucesos de hace 30 años) así que para ejemplificar esto tomaremos tres ejemplos, dos de ellos serán el tema del día de hoy. En el lapso de dos meses sucedieron dos revoluciones totalmente contrastantes, una de carácter pacífico y otra de carácter violento, que nos servirán como un buen ejemplo de las formas en las cuales se puede cambiar el poder.

Antecedentes:

en los últimos meses de la Unión Soviética, su líder Mijail Gorbachov avisó a todos los países pertenecientes al pacto de Varsovia que no recibían asistencia militar en caso de algún problema con sus gobiernos, es decir que se rompía la tradición de los soviéticos de ayudar a los países que tuvieron su mismo tipo de gobierno. Tras esta advertencia, tras la caída del muro de Berlín, los países socialistas tenían ya la idea de que no iban a ser apoyados por la Unión Soviética y que no convenía hacer una lucha armada con el riesgo de que los Estados Unidos o cualquier otra nación pudiera intervenir.

Entre los países que formaban parte del bloque de la Unión Soviética, se encontraban Rumania y Checoslovaquia. Ambos países habían pasado por situaciones similares con gran desarrollo industrial y crecimiento económico, pero con un continuo deterioro que fue haciendo impopular su gobierno entre más pasaba el tiempo. La única diferencia es que Checoslovaquia había tenido ya algunos intentos para pasar a un modelo diferente al comunista (con la llamada Primavera de Praga) en las que Rumania había encontrado cierta "estabilidad" al ser gobernada por una figura dictatorial como lo fue Nicolae Ceaușescu, Quien se quiso convertir en una figura de culto similar a lo que fue Tito Mao Zedong, controlando cualquier aspecto de la vida romana.

La revolución de terciopelo.

En noviembre de 1989 una protesta de estudiantes fue reprimida por el gobierno checoslovaco, lo que sirvió como un primer punto para una serie de protestas que demandaban mayor libertad al gobierno. Miles de estudiantes protestaron en las principales ciudades de Checoslovaquia, y el gobierno se comprometió a no reprimirlas, por lo que estas fueron creciendo en intensidad. Los sectores obreros del país se fueron adhiriendo las protestas y el 27 de noviembre de 1989 lanzaron una huelga general. Durante dos horas, se paralizaron todos los sectores de la población checoslovaca, mostrando una enorme unidad frente al gobierno que se dio cuenta que no iba a poder controlar las protestas.

Debido a que la Unión Soviética negó cualquier petición de ayuda, los funcionarios de gobierno fueron renunciando de uno en uno y para el final del mes, el gobierno cambió de manera pacífica. Es de ahí el nombre de esta revolución, porque así como el terciopelo es suave esta revolución no vio ningún tipo de víctima. Aunque el ejército estaba comprometido a defender el gobierno, también había recibido instrucciones de no hacer ataques con de la población civil, por lo que cuando se realizó el cambio únicamente cambiaron de mando. Dos años más tarde esta revolución, Checoslovaquia se dividiría en dos países que son los que conocemos actualmente: por una parte la República Checa y por otra parte Eslovaquia.

La revolución rumana de 1989.

En noviembre de 1989, justo en el momento en que Checoslovaquia estaba logrando un cambio de gobierno tranquilo, Mijail Gorbachov se reunió con su homólogo rumano Nicolae Ceaușescu, al que le recomendó dejar el poder. Naturalmente el dictador desestimó la recomendación.

En diciembre de 1989 un grupo de estudiantes rumanos protestaron por los ataques que el gobierno realizaba a un sacerdote húngaro. La protesta como tal no debía ser importante, pero muchos ciudadanos se unieron al pensar que las protestas estaban dirigidas hacia las unidas anticomunistas del gobierno. En esos momentos Nicolae Ceaușescu se encontraba fuera del país, por lo que las medidas para lidiar con estas protestas fueron manejadas por su esposa y por los jefes de gobierno. Lo que inició con una manifestación de 30 personas convirtió a la ciudad en un estado de guerra, grandes sectores de la población abandonando sus trabajos y gente que protestaba contra las medidas de su presidente. 

Unos días después, en la capital de Bucarest el presidente habiendo regresado de su gira trató de dar un discurso público para poder calmar los ánimos de la gente, pero las protestas ya habían avanzado hasta ahí y el aumento del peligro lo obligó a huir en un helicóptero. Para este momento el sector militar ya había pasado del lado del pueblo rumano, por lo que Ceaușescu fue traicionado, capturado y ejecutado en la Navidad de ese año. Esta medida no acabaría con las protestas en Rumania, pero permitiría que en el año siguiente sesionará un gobierno de carácter democrático y diera fin a una era de poder unilateral.

Ya sea de la manera checoslovaca o de la manera rumana, el resto de los países del Báltico fue cambiando sus modos de gobierno y abandonado el sistema comunista, para 1991 la transición era casi completa, pero faltaba el último gran representante europeo del socialismo, que era Yugoslavia. Las revoluciones yugoslavas de 1991 serán el tema que estudiéramos en la siguiente clase.