PRIMERA FASE DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA
Con mencionamos al final de la clase anterior, la revolución mexicana surgió en 1910 debido a las inconformidades que existían con el gobierno de Porfirio Díaz, la constante represión hacia los sectores obreros y campesinos y la necesidad de los otros grupos de poder en el país de poder tomar las decisiones de este. También como ya lo hemos indicado, por Francisco y. Madero el que se hizo con el poder después de las elecciones, después de que tuvo efecto su famoso "Plan de San Luis" donde denunciaba el sistema político mexicano y llamaba al sufragio efectivo no reelección.
Pero como en muchos aspectos de la vida, hay una gran brecha entre querer y poder, y esa posiblemente es una cuestión en la que no pensó Francisco I. Madero. Entre sus expectativas, estaba que todas las personas estuvieron hartas del gobierno de Porfirio Díaz y que al llegar al poder todos tuvieran la capacidad de cambiar en función de sus reformas, pero olvidaba que los instrumentos de poder en realidad se habían mantenido, aun cuando la cabeza ya no estuviera. Los sectores especialmente fieles a Porfirio Díaz estaban tanto en la Cámara de Diputados, en el Senado y en los medios de comunicación (que en esta época el más importante de todos es el periódico). Por lo tanto, cuando logró llegar al poder, se encontró con que sus iniciativas de ley no estaban muy bien recibidas, con que los cambios que había prometido en realidad iban a tardar más de lo previsto, y con que en todas partes del país empezaron a existir levantamientos armados donde denunciaban que su gobierno en realidad no tenía ninguna diferencia con el anterior.
Madero ante todo ejerció la libertad de prensa y tuvo paciencia con las observaciones que le tenían los demás sectores de poder. Sabía que de cambiar y reprimir entonces no tendría ninguna diferencia con su predecesor, pero también su tibieza y su falta de carácter le hicieron ganar más enemigos de los pensados. La prensa en realidad lo golpeaba constantemente tachándolo de alguien incapaz para gobernar, y los antiguos aliados, que esperaban que se resolverán los grandes problemas del porfiriato una vez que cambiara el poder, se decepcionaron al darse cuenta que Madero tenía que hacer demasiada cuestión burocrática para poder llegar a algún resultado. En especial los casos de Pascual Orozco y Emiliano Zapata quienes poco tiempo después de que Madero llegó al poder se decidieron alzar en armas para protestar contra su gobierno. Pascual Orozco fue derrotado pero Emiliano Zapata mantuvo una lucha constante en el centro, en especial porque Madero había prometido el apoyo de las tierras a los campesinos durante su campaña pero no fue una de sus prioridades el momento de llegar al puesto ejecutivo.
El gran problema de Francisco I. Madero es que pronto se dio cuenta de que se había quedado sin aliados, que la gente que había creído en él ya no lo respaldaba y que incluso la situación económica del país estaba dando la vuelta porque en sus reformas existían algunos impuestos a los Estados Unidos que no fueron bien vistos por aquel gobierno. Por lo tanto el gobierno de Madero no duró ni siquiera un año, hasta que fue traicionado por su general de confianza Victoriano Huerta, quien lo tomó preso y lo ejecutó y después comenzó un periodo de agresión conocido como la "decena trágica".
Una de las razones por las cuales las personas siguen sintiendo nostalgia de Porfirio Díaz es por la sensación de control que dio, mucha gente justificaba la represión que realizaba a cambio de que mantenía el orden y en teoría "mantenía el balance del país". La realidad es que los sectores más favorecidos durante el porfiriato fueron los encargados de generar inestabilidad al inicio del gobierno de Madero y en los gobiernos subsecuentes, y es una tendencia que incluso se ha mantenido en nuestro México actual.
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