ÁLVARO OBREGÓN
Hacia 1920 se aproximaba el primer cambio de gobierno posrevolucionario. Álvaro Obregón se postuló como candidato a la presidencia de la república el 20 de abril de ese mismo año. En Chilpancingo, Guerrero, firmó un manifiesto contra el gobierno de Carranza, el llamado Plan de Agua Prieta. Este movimiento terminó con la muerte del presidente Carranza el 21 de mayo en Tlaxcalantongo, con lo que se terminaron las oposiciones del nuevo caudillo en el poder.
El congreso nombró a Adolfo de la Huerta como presidente interino de la República. Durante los seis meses que estuvo en el cargo logró la pacificación del país, hacer que Villa depusiera las armas y capturar a Félix Díaz par que así, Obregón fue elegido presidente para el periodo 1920-1924.
Álvaro Obregón se convirtió en presidente constitucional de México el 1 de diciembre de 1920. Una vez en la presidencia, Obregón dio un decidido impulso a la reforma agraria expropiando latifundios y tierras mal cultivadas que repartió entre los campesinos en pequeñas propiedades; apoyó las organizaciones obreras como la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM) Y La Confederación General de Trabajadores (CGT).
En el aspecto educativo, creó la Secretaría de Educación Pública con José Vasconcelos como secretario, considerado el creador de la nueva filosofía de la educación mexicana. Impulsó la educación rural, la Educación secundaria, la Educación técnica y la enseñanza industrial y comercial. Promovió la alfabetización de la población adulta a través de las misiones culturales y fundó varias escuelas normales para profesores.
En el ámbito cultural, se creó la Red de Bibliotecas Públicas y se fomentó la creación de murales en espacios públicos, dando inicio al muralismo mexicano a través del cual se rescataban los valores y la cultura indígena.
Obregón inauguró la parte del México contemporáneo, pero no creía en uno de los ideales principales de la revolución, que era la no reelección.
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